Caldo gallego de la abuela: Sabores de San Saturnino

En mi infancia, las visitas a casa de mi abuela en San Saturnino, siempre comenzaban con el aroma reconfortante de su caldo gallego. Recuerdo cómo se despertaba temprano para preparar esta receta con ingredientes frescos de su huerta. Mientras cortaba las verduras, siempre tenía una historia que contar sobre la vida en el pueblo, las fiestas del San Ramón o cómo la cocina unía a toda la familia. Hoy, quiero compartir con vosotros este pedacito de mi historia, esperando que os transporte al calor del hogar que yo viví en esa época.

Ingredientes:

300 g de grelos frescos o nabizas (puedes usar repollo si no tienes acceso).

200 g de alubias blancas (puestas en remojo la noche anterior).

2 patatas medianas, peladas y troceadas.

200 g de chorizo gallego.

Un trozo de panceta o lacón.

Sal al gusto.

Agua (suficiente para cubrir todos los ingredientes).

Preparación:

Cocinar las alubias: En una olla grande, añade las alubias remojadas, el lacón y el chorizo. Cubre con agua y deja hervir a fuego lento durante aproximadamente 1 hora, o hasta que las alubias estén tiernas. No olvides espumar las impurezas que suban a la superficie.

Añadir las patatas: Una vez que las alubias estén blanditas, incorpora las patatas troceadas. Cocina a fuego medio durante 20 minutos.

Incorporar los grelos: Lava bien los grelos y añádelos a la olla. Cocina todo junto durante 10-15 minutos más, hasta que las verduras estén tiernas y el caldo haya adquirido ese color y aroma tan característico.

Ajustar la sal: Prueba el caldo y añade sal si es necesario. Si el lacón o el chorizo ya aportaron suficiente sabor, puede que no haga falta.

Servir: Este caldo es un abrazo en forma de plato. Sírvelo caliente, acompañado de pan gallego y, si puedes, comparte la mesa con quienes más quieres.

Espero que, al probar esta receta, sientas un pedacito de San Saturnino en cada cucharada. Para mí, es mucho más que un plato: es un recuerdo, una conexión con mi abuela y con las raíces que nunca debemos olvidar. ¿Cuál es tu receta familiar que nunca falta en las reuniones? Me encantaría leer vuestras historias en los comentarios. ❤️