Orejas de Carnaval Gallegas: El Sabor de la Tradición

Cuando llega el Entroido, en Galicia la cocina se llena de aromas dulces y recuerdos familiares. Uno de los postres más típicos de estas fechas son las orejas de Carnaval, crujientes y doradas, con ese toque de anís que nos transporta a la infancia. En casa, era mi abuela quien las hacía, con paciencia y cariño, mientras nosotros esperábamos impacientes a que se enfriaran lo suficiente para espolvorear las con azúcar y devorarlas.

Ingredientes

500 g de harina de trigo 100 g de manteca de cerdo o mantequilla 2 huevos 100 ml de leche templada50 ml de anís (licor)50 g de azúcar, Ralladura de 1 limón 1 pizca de sal, Aceite de girasol para freír, Azúcar glas para espolvorear

Preparación

Preparar la masa: En un bol grande, mezclamos la harina con el azúcar y la pizca de sal. Hacemos un hueco en el centro y añadimos los huevos, la manteca derretida, la leche, el anís y la ralladura de limón. Amasamos bien hasta obtener una masa suave y elástica. Si es necesario, añadimos un poco más de harina hasta que no se pegue a las manos.

Reposo: Dejamos la masa reposar tapada con un paño durante unos 30 minutos. Este paso es esencial para que luego sea más fácil estirarla y las orejas queden crujientes.

Formar las orejas: Tomamos pequeñas porciones de masa y las estiramos con un rodillo hasta que queden bien finas. La forma tradicional es irregular, como pequeñas alas o “orejas”.

Freír: Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las orejas una a una hasta que estén doradas y crujientes. Es importante que el aceite no esté demasiado caliente para que no se quemen.

Escurrir y endulzar: Las dejamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y, cuando aún están templadas, las espolvoreamos generosamente con azúcar glas.

El toque especial

Cada casa tiene su versión de las orejas de Carnaval. Algunas recetas incluyen un poco de canela o incluso un toque de vino blanco en la masa. Lo bonito de esta tradición es que cada bocado nos recuerda a alguien: a la abuela amasando, a los niños esperando impacientes, al olor dulce impregnando la cocina...

Este Carnaval, disfruta de las orejas caseras y comparte con los tuyos un pedacito de Galicia. ¡Bo Entroido!