Chocos en su Tinta: Un Viaje al Corazón de Galicia en Cada Plato

Los chocos, también conocidos como sepias, son un marisco delicioso y muy apreciado en la cocina gallega. En casa, esta receta era un clásico de los días de verano, cuando el mar nos traía su frescura y el aire salado acompañaba cada bocado. Mi abuela los preparaba con su propia receta, transmitida de generación en generación, donde la tinta del choco, con su sabor profundo y oscuro, se convierte en el alma del plato. Hoy quiero compartir contigo cómo hacerlo, para que también sientas ese toque de mar en cada bocado.


Ingredientes (para 4 personas):

1 kg de chocos (sepias) frescos

2 cebollas medianas

3 dientes de ajo

1 hoja de laurel

100 ml de vino blanco

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 pimiento rojo (opcional, para añadir color)

2 cucharadas de tomate triturado

100 ml de caldo de pescado (puedes usar el agua de los chocos)

1 cucharadita de pimentón dulce

Sal y pimienta al gusto

Preparación paso a paso:

1. Limpia y corta los chocolates:

Limpia bien los chocos, retirando la piel, los tentáculos y el interior. Si prefieres, puedes pedirle al pescadero que te los prepare. Corta los chocos en trozos grandes, de unos 3-4 cm.


2. Sofríe la cebolla, ajo y pimiento:

En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agregue la cebolla picada y el pimiento rojo (si lo usas), y sofríe hasta que estén tiernos. Luego, agrega los ajos picados y cocina por un minuto más, cuidando de que no se quemen.


3. Cocina los chocos:

Agregue los trozos de chocolate a la cazuela y cocina durante unos 5-7 minutos, hasta que estén dorados por fuera. Agrega el pimentón y el tomate triturado, removiendo bien para integrar los sabores.


4. Añade el vino y el caldo:

Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante unos 2 minutos. Después, agrega el caldo de pescado (o el agua de los chocos) y la hoja de laurel. Cocina a fuego lento durante unos 40-45 minutos, hasta que los chocos estén tiernos y hayan absorbido todo el sabor.


5. Ajuste la sazón:

Rectifica de sal y pimienta al gusto. Si prefieres una salsa más espesa, deja reducir a fuego medio unos minutos más.


6. Sirve y disfruta:

Sírvelo caliente, acompañado de arroz blanco o pan gallego para disfrutar de la deliciosa tinta.


Un toque personal:

Recuerdo que mi abuela siempre decía que lo más importante de los chocos en su tinta era cocinarlos con paciencia, permitiendo que la tinta se integrara bien con los ingredientes. Además, ella solía hacer un pequeño truco: añadía un chorrito de vinagre al final para darle un toque de acidez que equilibraba la profundidad del sabor.


Consejos adicionales:

Si te gustan los guisos más espeso, puedes triturar un poco de los chocos junto con la salsa.

Acompaña este plato con un buen vino albariño o un ribeiro. El toque fresco del vino realza aún más el sabor del mar.

Este plato también queda delicioso al día siguiente, ya que los sabores se intensifican con el reposo.

El sabor del mar en tu mesa

Los chocos en su tinta son una receta sencilla pero llena de alma, perfecta para cualquier ocasión especial o simplemente para compartir con la familia. Espero que esta receta te transporte a las costas gallegas y que disfrutes tanto como yo de este plato. ¡Cuéntame cómo te sale! 😊

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